A veces pienso en las paradojas y a veces en las lógicas, como buscando un lugar cierto en medio de tanto embrollo. Las miradas y los pasos en mi casa van y vienen sumiéndose en la rutina diaria porque así es el mundo y si no enrumbas un día el mundo te enrumba a ti. Pero en medio de tantos actos repetidos y de distancias entendidas, las personas se acostumbran a vivir como lo hicieron el día anterior, dejando un lugar vacío entre detallesque alegransus vidas sin que ellas se den cuenta. Ayer muy temprano, en la primera mañana helada de este año, murió Lulú (alias ricatza ricachona). Ella era un ergo, familia de los hamsters. Para mi ella era una especie de excentricidad en esta casa; porque nosotros por alguna tonta y desconocida razón nos acostumbramos a vivir siempre muy cerca de los elementos comunes. Ahora último, en el prólogo anunciado de su vida la teníamos un poquito olvidada pero siempre supimos que exístia. Aunque sea para masticar pedazos de tostadas, para devorar las zanahorias que le ponía puntualmente la "huila" o para estremecerse agazapada en sus telitas por los ladridos y la cara de gruñon que le ponía "Rulito"( alias ricachon ricatzo). El amor imaginario que creaba la chata con sus "Rulito y Lulú for ever" en los papeles de su escritorio no podía ser mas que un sueño. A pesar de las observaciones detectivescas que el "nene"( Rulito) le hacía a la Lulú siempre hubo entre ellos una especie de indiferencia mutua. Y que seguro empezo a acrecentarse desde el día en el que el "nene" casi la devora, en uno de los paseos que acostumbraba dar Lulú por el patio, sino fuera por mi presteza para gritarle su vida. Lo que consiguio asustarlo y permitió que su boca se abriera y dejara escapar a Lulú. A una Lulú sangrando con gotas mínimas pero igual de angustiantes y conocedora para siempre de que ese era reino de y solo para "el Ruli". En medio de toda esa discordia establecida entre los dos seres más vistosos que forman parte de los detalles que alegran la vida de las personas de esta casa, algo logró unirlos por fin en un momento crucial de la existencia o de la post-existencia de uno de ellos. Rulito con su paso amodorrado de todas las mañanas, salió a la cochera luego de que "la cuera" le abriera la puerta. Los animales como los humanos se entrelazan en vidas distintas para formar unipnes inquebrantables a pesar de la lunática distancia. En fin, "el nene" fue el primero en avistar a Lulú tiesa, blanca y más dormida que nunca como poniéndole el sello definitivo a la amistad que siempre los unión en esta vida pero que ahora, por fin, se verificaba en vidas paralelas. Su llanto de perrito dulce fue oido por "la cuera" y por "la huila" como un mal presagio en esa mañana horrible y extraña, por lo nueva que era en este año. Luego lo supe yo. Con un tardío arrepentimiento, me apena recien ahora, porque en ese momento solo tenía tiempo para pensar en como construir la nueva poesía y llenar más el cuaderno rojo de misterios provocados. Perdón Lulú; aunque existas entre polvo y seres que algún día yo también veré, supongo. En la tarde ya todos en esta casa lo sabían, hasta "la chata" y "la bemba" quienes fueron las últimas en enterarse. Como jode el estar ausente en el homenaje póstumo a un ser y detalle que más de una vez me arrancó una sonrisa y provocó instantes de sosiego visual en toda la familia. Al menos sé que el cuerpecito sigue existiendo bajo el mismo techo que yo y que aunque algún día se esfume entre tripas de gusanos pues seguirá presente en mi memoria de amnésico,lo cual ya es un gran logro. Terminando como empezé, entre palabras opuestas y rutinas cansandas resalto la muerte de Lulú como el detalle en aquella mañana triste que nos hizo voltear la cara a todos y reconocer que cada pequeña materia que existe cerca nuestro y que nos hace vulnerables al cariño hacia ellas es el pretexto perfecto para perderle el respeto a la rutina. Porque las personas siempre nos acordamos tarde a pesar de que amemos con intermitencias que nunca representaran el verdadero valor del sentimiento que nos liga a todo lo que vemos como nuestro. Y ayer a pesar de seguirle los pasos a los días parecidos a los anteriores pues nos dimos cuenta, aunque no lo dijimos, que todo lo que queremos tendrá un espacio para siempre. Aunque ese día igual, hayamos despertado para ir a la universidad, al colegio, para limpiar la casa o ver televisión. Bueno Lulú,nos vemos pronto para recordar viejos tiempos con la chata, la bemba, la cuera, la huila, el nene, mi papá( que aunque no te conozca te quiere) y yo, por supuesto. Solo ten paciencia y algún día estaremos junto a ti, puteando las malditas rutinas( por ende los olvidos) y riéndonos de este mundo en el otro mundo, jaja.