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un niñito fue a jugar...pero tuvo que soñar

...sábado antes de almorzar, un niñito fue a jugar pero no pudo jugar porque tuvo que escribir...Cuando, a veces, en las calles te topas con cosas como estas; pues es hora de pensar seriamente que eso que tu llamas la maldita selva de cemento por ratos súblimes te convierte en mero admirador de sus diversos elementos.Ayer o antes de ayer( no recuerdo bien); en uno de mis calcados viajes diarios de regreso a casa oí esta partecita de canción que la cantaban unos niños. Debían bordear cada uno los 4 o 5 años. Estaban en la parte trasera del micro, los oía cantar a viva voz y repitiendo el estribillo incansablemente. No merecían el reproche de nadie y a nadie, tampoco, en ese micro de vidas cansadas se le pudo cruzar la idea de frenarlos en las letritas de fantasía que transportaban a todos. Y digo transportaban porque lograron llevarme al confín incomparable de la niñez que ahora yace caduca. Esa que ahora quieres y no puedes ni siquiera mirar. Y seguro que a mucha gente allí le pasó lo mismo que a mi. Logré ver rostros indiferentes que escondían alegrías y nostalgías, explotadas en ese mismo instante. La pasión de los niños puso fin a la luna amarga y a la noche larga. La realidad despedida por las voces dulces y la fantasía bienvenida en un terreno a donde nunca llega fácil. Esa canción se convirtió en el insulto perfecto a tantas trayectorias mustias; aunque sea por unos minutos se comprendió el valor de ese pedazo de vida por el que todos pasamos, y que aunque muchas veces solapadamente quisieramos ignorarlo no podemos hacer más que desearlo. Solo fue un momento y que alcanzó para desplazar los ruidos dispersos de una ciudad demacrada, una noche que esperaba solo su olvido y que por sobre todo alcanzó la dicha de pertenecerle a este mundo y poder quedar grabado en memorias afortunadas. Como para llegar a la cama y cantar... noche antes de dormir, un niñito fue a jugar pero no pudo jugar porque tuvo que soñar...