que tus besos fueron cuatro
y tus labios fueron dos
que yo fui el primero en ellos
y que este tiempo ya me los robó
que el susurro voluntario
y el jadeo disfurtado
que tus pechos fueron macros
en las tardes del verano
que tus piernas perseguían
y tus brazos embestían
que mi boca era tuya
y la luna la difunta
que el calor de nuestros cuerpos
y el disfrute de ese reto
que mi mano se ocultaba
en tu espalda amenazada