No sé sobre qué voy a escribir, pero al menos sé que quiero escribir. Ahora llega hacia mí, a lo lejos, una canción de esas viejisimas y romantiquisimas. Mi estabilidad confortable (al menos aquí soy estable) en esta silla permite que no salga corriendo y pueda ponerme a salvo de esa canción. Alguien me interrumpe en el messenger pero ya empeze y debo seguir despilfarrando letras aquí. Es un deber y un placer. Bueno la maldita canción me atrapo y me transporto. Pero otra vez me vuelvo a distraer, paseando entre blogs caigo en uno de gramática sobre la palabra wevon o huevon o weon o hueon. O una huevada así. Además que ya tengo mucho con un huevón que me esta jodiendo la paciencia por el msn.La cosa iba e que la cancioncita esa me arrastraba a los confines absolutos de mi última derrota pasajera. En cancha ajena. Dspedido por la gracia de su displicencia. Atrapado por los dogmas de su belleza. Me dejo llevar por el cariño prolongado que no hace más que seguir paradote, en frente mio y dejándome sin reacción. Claro, los recuerdos siempre ganan. En este caso siempre me ganan a mi. Y el corito no puede ser más inoportuno. Plop, de nuevo ella aquí. Pero últimamente creo que el recuerdo respecto a ella ya se va haciendo más pasable y transitable. No es tan crudo como fue en los meses de "después del estropico", pero aún conserva su resquicio de ladillero. En fin,sigo aquí no queriendo moverme, escuchando las noticias de un mundo sin mejoría,viendo la nochecita sin sus estrellitas y sintiendo el llanto de mi camita sin su educito. Osea que eso ya es sufi para dar por culminado este día que hasta parece el mismo de diecisiete años atrás...
Escrito por Edu a las 19 de Mayo 2004 a las 09:55 PM